Empieza la historia
La lluvia me levanta
La brisa me entrega
Tu piel blanca me llama
Tu ignorancia me niega
Circundo tu bienestar
Invado tu desánimo
Me la paso escondido bajo tus parpados
Donde en mí caen las lágrimas
No me conoces
Yo sé todo sobre ti
Sin embargo, la armonía es imperturbable
Poseo la llave de la dimensión de lo ignoto
Sin embargo no se si es tuya o mía
Si es todo lo que quiero
O todo lo que eres
No sé si exista un punto intermedio
Si es todo lo que odias
O todo lo que soy
No sé si llegamos al extremo
Busco el punto de abrirte la puerta
Buscas el punto de encontrar la entrada en mí
Diferenciar las esencias de lo que se escucha
La persona que ves y la persona que soy
El hecho de no ser persona
El hecho de que veas a través de cortes angelicales
Tú intocable, yo invisible
Te encuentro en acordes desconocidos
Me encontrarías en el silencio
Tu voz me levanta
Tu llanto me desarma
Mi inseguridad me mantiene en el suelo
Una sonrisa sonora
Una mirada que se encuentra
Un beso inexistente
Te das cuenta de mí, me doy cuenta de ti
Tú desapareces en medio de la niebla
Yo muero antes de la siguiente tormenta
Mi cadáver la lluvia arrastra
Abro los ojos, la brisa me entrega
Tu piel blanca me llama
Me consiente tu conciencia
Victoria a medias que, sin embargo, me completa
Fin de la historia