
Vengo a ti a confesarte mi soledad
A sincerarme como la cicatriz sin sutura que para ti siempre he sido
A hacerte saber que nada está funcionando como debería
Al igual que siempre, solo que ahora encima, me cuesta trabajo hacértelo saber
Vengo a romper mis letras en tu cara
A deshojar mi voz en tus brazos
A esperar que tengas un poco de lástima y me digas que todo es tal cual me lo imagino
Para no sentir que me has dado la espalda
Ojalá tengas piedad de mí
Sabes que siempre que vengo a ti, mi bandera eres tú en negativo
Después de dar tantas vueltas he encallado en tu isla de blancura por enésima vez pero me cuesta trabajo quedarme y sobrevivir
Tengo un millón de cosas que decirte
Pero hoy, aquí, no hago más que quejarme de mis problemas contigo
No me he sentido tan lleno y tan vacío a la vez en mucho tiempo
Y siento que me marchito cada segundo que no logro cantar para ti
Quisiera arrancar de ti lo que sé que escondes en mis manos
Y poderte leer sin tener que desangrarme
¿Cuánto podemos amar al arte si cada letra y nota es un gramo de dolor que tenemos que arrancar de nuestras lágrimas?
Quizá es que he abusado de ti
Quizá es que hoy me amenazas con dejarme
Pero juro por las ruinas de esta pasión embustera que no voy a liberarte
Vas a ser mía hoy, serás mía cada vez que lo decida
No habrás de derrotarme mientras haya decadencia con que alimentarte
Y tu desamor a complacerme será amor a lo que llueve en tu rostro, por tu adicción al morbo de saber cual es el sabor de sentir
Eres el cementerio donde descansan los muertos del alma
Eres la oscuridad en donde logran brillar las más melancólicas estrellas
Déjame ser mano asesina que te siga poblando
Déjame apagar las luces y pintar destellos para ti
Al final, somos colegas otra vez
Otra vez a guardar un silencio halagador
A rimar vacío con sobrecupo
A hacer como que no nos obsesionamos con darte mis fantasmas a beber
A seguir escribiendo
A seguir llorando sin llorar.