Eras estela de picardía
Aroma a pecado
Rostro inocente como carnada
Una ternura tan desvergonzada
Hermosa piel aterciopelada
Ojos destellantes
La bruma de tu aliento devoraba
Y eras tan hiriente en ese instante
Salté al fuego para robar luces para ti
Negué cada una de mis cicatrices
Ahora los relojes reclaman lo que les pertenece
Mi promesa secreta de erradicarte
Apresura la desesperación a la sentencia
Eres mil deseos en colisión
Y aunque sé que solo el abismo espera
Ya no sé si hueles a olvido o a obsesión…
El velo de tu encanto arde
Pena y desgracia la tumba de la pureza
Mordí cada uno de tus anzuelos
Para lograr arrastrarte conmigo a las profundidades
Cerceno por lo sano la esperanza
Me niego a alimentar quimeras seniles
Derrumbo los palacios destinados a la decadencia
Cuando todos los sueños terminan solo queda guerra y hambre
Voy a descarnarte de mis huesos
Voy a vomitarte en comunión con mi paz interna
Voy a arrancarte de lo más profundo de mis recuerdos
Voy a borrarte de los versos de mis sentimientos
Voy a matarte aunque me cueste la vida
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