Vidas Robadas

Vidas Robadas

“Todo bien hasta las doce de la noche de una noche cualquiera en la que los fusiles de la injusticia redoblan como tambores y se llevan la gracia de nuestras vidas, esparciendo materia gris por el pavimento, liberando nuestras lágrimas, tiñendo de sangre el cielo…a las doce de la noche en una noche cualquiera…”

Lo perdimos todo
La misma noche que recibió al insomnio del espíritu de los testigos de la nueva antinaturaleza urbana
La causa de las noches de parpados ligeros como helio…
Arrancados de los sueños por las sirenas y el goteo de las lágrimas de la ciudad impactando en las calles
Cuerpos danzando en la oscuridad
Una luciérnaga sin alas profiriendo alaridos suplicantes
El sonido ignoto sin embargo siempre reconocido de la muerte resumido en el estallido de cañón de un metal asesino cualquiera…
Eres testigo junto con un millón más
Testigo de un hogar que se ha vuelto una prisión
Testigo de la violencia que se devora nuestras vidas…

En las venas de la ciudad se propagan plagas internas
Cáncer de inseguridad, lepra de indiferencia
Más allá desde donde el fuego solo se advierte y no se siente, los verdaderos reyes se bañan en la sangre de los inocentes, en el nombre de una verdad impuesta por un sistema decadente…
Demonios que se escaparon de la conciencia de nuestra sociedad que nos convierten en blancos de nuestra comodidad
Nos brindan la inyección letal que nos convierte en autómatas de miedo, sumergidos en la mierda de nuestra miseria, devorados por la conformidad, acusados por nuestro desasosiego
Luchamos solo cuando las estacas en nuestras costillas nos obligan a gritar
Cuando hemos perdido tanto que se nos olvida el vacío estilo de vida que nos hemos propuesto defender…

Hemos abandonado tanto en el camino
En esa odisea de mentiras y mediocridades
Luchamos por un lugar digno de nuestra estupidez…
Sufrimos bajo un mar de asco subliminal, sedados por un prozac de enajenación
Cuando abrimos los ojos y nos abrimos a la verdad, decidimos voltear la cara y escapar del mundo real, llorado por una tierra prometida abortada a la que no supimos llegar…
Cuando nadie nos ve buscamos debajo del colchón de nuestra falsa conciencia
Siempre hay alguien que pueda cargar con el dolor del país
Siempre encontramos una forma de escapar de nuestra responsabilidad
Y solo es cuando el monstruo debajo de la cama arranca la piel de tus manos cuando descubres que no hay a quién culpar…

Nos debatimos entre la pobreza y la inseguridad
Escuchamos de paz es nuestra caja de ilusiones
Mientras las balas llueven fuera de nuestro refugio de sueños implantados
Los hechos no parecen apoyar a ninguno de nuestros cuentos de hadas


Hay poder en nuestras manos
Agua capaz de lavar y perdonar los pecados de nuestra nación de conciencias rechazadas, muertes perdonadas y vidas olvidadas
Podemos enterrar a nuestros muertos en lugar de dejarlos crecer en el exterior
Podemos probar que somos tan humanos como hace milenios, que no vivimos con el yugo del miedo en nuestro cuello
Podemos vender nuestra sangre a precio de paz
O podemos seguir regalándola en las calles
Encomendar la pérdida de aquellos que amamos por recuperar las vidas que ya nos ha robado un sistema de serpientes y cuervos callados
Levantarnos de las ruinas de lo que alguna vez soñamos que sería nuestra existencia en este lugar…

Está en nuestras almas, lo necesitamos
Ya corre sangre en el asunto desde hace mucho
Podemos meter las manos al fuego para recuperar lo que es nuestro
O podemos abandonarnos a la fe y a las manos de la nada, podremos saber qué tanta gente es capaz de morir sin motivo
Podemos deshacernos en lágrimas en nuestros hogares
Podemos abandonar nuestra vida en la cruz
Y rezar por que el día siguiente todo lo que perdimos esté de vuelta como si nada hubiera pasado
Que nuestros verdugos perdonen nuestra debilidad
Pensar que la hoja jamás caerá y esperar a desaparecer sabiendo que todo estará bien
Todo estará bien sin nosotros aquí…

Todo esta bien en bajo el altar
Honor de héroes que han perdido la cabeza
Un millón de huérfanos y viudas tirando del vestido de la justicia
Sudor y lágrimas puestas a la misma causa muerta
Familias desoladas y forzadas a declinar sus sueños y deseos por eternidades de silencio…

Explosión interna que te hace conocer el suelo
Balas que te mantienen boca abajo…quizá sea hora de acostumbrarse…
La historia no predice un final feliz ni uno próximo
El camino se vuelve cada vez más solitario en la búsqueda por la supervivencia
No hay simpatía por los que pasan a nuestro lado
Son cadáveres sin uso real
Vivimos con miedo a que si saludamos hayan sido nuestras últimas palabras equivocadas
Tenemos un hogar que se balancea en el terror
Todos perdimos a un familiar a las doce de una noche cualquiera,
Cada hijo, padre y madre víctima de la desolación
Una prisión eterna de escarmientos engendrados por el reino de la suciedad…

Testigos de hiel y sal
Testigos de vidas robadas
Vidas tuyas, vidas mías
Vidas arrebatadas que no volverán jamás
Vidas perdidas en el peligro de cada noche
De cada instante en el que el mal desgarra nuestras lunas y se dedica a devorar nuestras esperanzas, separarnos de nuestra tranquilidad, arrebatarnos a los que amamos, condenarnos al miedo mientras sigamos en el suelo, a ser esclavos de nuestra propia tierra, marginados de la felicidad y la seguridad…

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Para el comandante Montoya...