...Crecer...

Quiero dejar crecer, ya no me interesa moverme solo, no quiero darme cuenta de que a aquella pureza jamás la veré otra vez… no quiero seguir atendiendo los sueños de entes ajenos, de momentos futuros que no deseo en realidad, estoy harto de ser una marioneta más del mundo, un momento vacío en la historia destinado a caminar al mismo barranco que los demás… yo no quiero vivir en una grande y hermosa casa, no creo ser quien por conveniencia se casa, y no quiero tener hijos para que se echen a perder igual que yo… ya no quiero crecer…
Ya no quiero pensar que un día tendré que olvidarme de todos estos sueños que colearon mi vida y lo hacen aún, no quiero que me digan más que solo pierdo el tiempo, que mis sueños son los de almas errantes, que la música no me dará de comer y no me elevará a su monte de concreto, el monte del olvido al que realmente no quiero llegar… mi cabeza da vueltas alrededor de números vanos, mi imaginación se seca ante miedos sistemáticos, inhumanos…
Ayer tenía miedo de dejar este lugar, hoy mi alma llora por que ya no me quiero quedar, mi difunto interior, el niño que ya no soy, pero que sus memorias me convierten en las palabras que siento todos los días, quien me regala la capacidad de sentir, de escuchar, de escapar y de huir… no lo quiero enterrar, no lo quiero olvidar…
Hay una barrera de cadáveres de sueños en frente de mí, detrás de mi hay una salida, una puerta que ya he tratado de abrir, puedo ver detrás de los sueños rotos los sueños que no mueren aún, sueños que esperan por mí, pero los deseos del mundo son una prisión, la continua presión que no me deja salir, mi único escape es la puerta de atrás, pero no sé si en verdad quiero morir…
Sé que quiero escapar, y yo se que lo haré, de alguna forma, quizá un día de estos, quizá por octubre o quizá por abril, y sublimaré mis ataduras en memorias ácidas, olvidaré sus caras, sus nombres, los golpes y todo lo que sentí, para lograr escapar quizá en un año…o quizá en mil…
Si mis memorias me dejaran huir, si su falsa simpatía se dejara de oír, si no quedara un rastro de mí en los rostros de tantas historias, de tantas cadenas formadas de lo que viví, si tan solo pudiera irme de aquí… huir al país de nunca jamás, dejar descansar a mi oscuridad, descubrir la falsedad de toda verdad, si pudiera dejar de crecer, si en el fondo pudiera callar este dolor infantil… si pudiera ser un niño otra vez… si el mundo dejara de girar y las manecillas del reloj de caminar, entonces sonreiría otra vez…si pudiera dejar de crecer…
Ya no quiero pensar que un día tendré que olvidarme de todos estos sueños que colearon mi vida y lo hacen aún, no quiero que me digan más que solo pierdo el tiempo, que mis sueños son los de almas errantes, que la música no me dará de comer y no me elevará a su monte de concreto, el monte del olvido al que realmente no quiero llegar… mi cabeza da vueltas alrededor de números vanos, mi imaginación se seca ante miedos sistemáticos, inhumanos…
Ayer tenía miedo de dejar este lugar, hoy mi alma llora por que ya no me quiero quedar, mi difunto interior, el niño que ya no soy, pero que sus memorias me convierten en las palabras que siento todos los días, quien me regala la capacidad de sentir, de escuchar, de escapar y de huir… no lo quiero enterrar, no lo quiero olvidar…
Hay una barrera de cadáveres de sueños en frente de mí, detrás de mi hay una salida, una puerta que ya he tratado de abrir, puedo ver detrás de los sueños rotos los sueños que no mueren aún, sueños que esperan por mí, pero los deseos del mundo son una prisión, la continua presión que no me deja salir, mi único escape es la puerta de atrás, pero no sé si en verdad quiero morir…
Sé que quiero escapar, y yo se que lo haré, de alguna forma, quizá un día de estos, quizá por octubre o quizá por abril, y sublimaré mis ataduras en memorias ácidas, olvidaré sus caras, sus nombres, los golpes y todo lo que sentí, para lograr escapar quizá en un año…o quizá en mil…
Si mis memorias me dejaran huir, si su falsa simpatía se dejara de oír, si no quedara un rastro de mí en los rostros de tantas historias, de tantas cadenas formadas de lo que viví, si tan solo pudiera irme de aquí… huir al país de nunca jamás, dejar descansar a mi oscuridad, descubrir la falsedad de toda verdad, si pudiera dejar de crecer, si en el fondo pudiera callar este dolor infantil… si pudiera ser un niño otra vez… si el mundo dejara de girar y las manecillas del reloj de caminar, entonces sonreiría otra vez…si pudiera dejar de crecer…