El corazón late aceleradamente mientras la piel se eriza con el éxtasis, ritos prohibidos y profanaciones concientes a lo que te es enseñado, no puedes negar el placer que sientes cada vez que haces otro surco en esa cruz de maderos, cada vez que entierras otra daga en el corazón de aquella mujer, otra espina en el corazón de aquél suicida, el fuego del infierno ardiendo en tus ojos y la serenidad de la muerte en tus manos ansiosas, vas a jalar el gatillo, vas a ser un falso testigo, vas a entregarte a tu piel, vas a hacer todo lo que esta mal y que sabes que esta mal, y tendrás tu placer solo para al día siguiente hincarte en el altar y dar gracias y pedir perdón a dios, ¿pero que es lo qué agradeces? ¿Y de qué te disculpas?
Jueves 31, son las 6:00 a.m. y has olvidado tu plegaria diaria, como si la necesitara, como si no le bastara el mundo entero, bajas y comes, has olvidado dar gracias, gracias por que ni siquiera tenías hambre y mandaste todo a la mierda, son las 7:00 a.m. y ya descargaste plácidamente tu ira con tu esposa e hijos por que vas a llegar tarde, educándolos con odio y amando a tu esposa con violencia, olvidándote de los ojos celestiales a los que le rezas, pidiéndoles paciencia y sabiduría para vivir con tu familia, son las 8:00 a.m., sales de tu casa y te persignas, que por la señal de la santa cruz de tus enemigos te salve tu señor, pero ¿quiénes son tus enemigos?, ¿los que te quieren ver muerto?, ¿o los que muertos ya dejaste con tu rabia en tu propia casa? No pasó la mañana, cuando ya desangraste y profanaste la fe con la que sólo los domingos cargas
Es el camino a la rutina de todos los días, el calor es enervante, el sol abrasador, y ya maldijiste a todo prójimo que cruzó mal en tu camino, con esa frase encadenada a tu pie “ama a tu prójimo como a ti mismo” y tu mismo no te acuerdas de ti, por que maldices a todos en tu camino, un niño te pide limosna y tu le cierras la ventana en la cara, con una vocecita detrás “lo qué hagan a uno de estos pobres me lo harán a mi” “como si pudieras hacer una diferencia tú solo, como si lo hicieras mas pobre o mas rico con una comida mas, o menos” pero la caridad la predicas todos los días, rezando en su momento a tu padre, reafirmando que decidirás dar más que recibir, ¿pero que es lo que das? Odio, ¿y que recibes? Mas odio, un una cadena formada de las hipocresías que tú y todos los demás pregonan en las iglesias todos los días
Es media tarde y ha sido una buena y feliz tarde de trabajo, hundiste tres compañías y dejaste a 40 personas sin empleo en el recorte de personal, riéndote desde la ventana de sus caras al verlos salir cabizbajos por la puerta, sin pensar en los niños que no cenaran esta noche, ejemplo perfecto de los misántropos de la religión del amor, o filántropos de la religión de “amo a quien me conviene” ya empieza a atardecer y estas tenso por tanta misantropía, y ahí esta la bella mujer de tu compañero de trabajo, sola e igual de tensa, como siempre la querías, el sol se oculta e irás un rato con ella olvidándote de tu esposa, y del mandamiento de “no desearas a la mujer de tu prójimo”… son las 10:00 p.m. en un cuarto ajeno con una mujer ajena, te has entregado a tu piel y has derrochado toda la malicia y la perversión que tenías dentro, te levantas satisfecho por lo que ha sido un día genial y vas camino a tu hogar, llegas y dices que tuviste mucho trabajo, cuando mucho tuviste después del trabajo, no mentirás es una de las reglas de oro, pero a veces no es posible cumplirlo todo, vas a la cama y no hay mucho deseo de compartir miradas con tus hijos o tu esposa, tienes mas pecados que consultar con la almohada en sueños, te tomas la molestia de hacer una oración por las buenas noches, y agradeces por un buen día, por un día en el que profanaste todas las palabras de a quién le rezas, como un vil hipócrita
Viernes primero, 6:00, maldita sea es obligación ir a misa, santificarás las fiestas pero con un dejo de desdén porque podrías estar haciendo algo más, algo en lo que realmente crees, el pecado, otra vez te arrodillas y pides perdón y das gracias, no sabes a quién pero tu mismo te das la respuesta, la hipocresía de tus creencias es tu escucha, tu afición a romper sus reglas es el fervor de tu oración, el vacío de la fe se ha vuelto cada vez mas popular y grande, mas de la mitad de las personas en la sinagoga están igual que tú, su verdadero dios es el placer, su religión es poder, todos diciendo “perdóname padre pues he pecado, absuélveme y ponme de nuevo en el camino” y saliendo del confesionario voltean a cristo que se pudre en la cruz diciendo “gracias dios por el pecado”
Jueves 31, son las 6:00 a.m. y has olvidado tu plegaria diaria, como si la necesitara, como si no le bastara el mundo entero, bajas y comes, has olvidado dar gracias, gracias por que ni siquiera tenías hambre y mandaste todo a la mierda, son las 7:00 a.m. y ya descargaste plácidamente tu ira con tu esposa e hijos por que vas a llegar tarde, educándolos con odio y amando a tu esposa con violencia, olvidándote de los ojos celestiales a los que le rezas, pidiéndoles paciencia y sabiduría para vivir con tu familia, son las 8:00 a.m., sales de tu casa y te persignas, que por la señal de la santa cruz de tus enemigos te salve tu señor, pero ¿quiénes son tus enemigos?, ¿los que te quieren ver muerto?, ¿o los que muertos ya dejaste con tu rabia en tu propia casa? No pasó la mañana, cuando ya desangraste y profanaste la fe con la que sólo los domingos cargas
Es el camino a la rutina de todos los días, el calor es enervante, el sol abrasador, y ya maldijiste a todo prójimo que cruzó mal en tu camino, con esa frase encadenada a tu pie “ama a tu prójimo como a ti mismo” y tu mismo no te acuerdas de ti, por que maldices a todos en tu camino, un niño te pide limosna y tu le cierras la ventana en la cara, con una vocecita detrás “lo qué hagan a uno de estos pobres me lo harán a mi” “como si pudieras hacer una diferencia tú solo, como si lo hicieras mas pobre o mas rico con una comida mas, o menos” pero la caridad la predicas todos los días, rezando en su momento a tu padre, reafirmando que decidirás dar más que recibir, ¿pero que es lo que das? Odio, ¿y que recibes? Mas odio, un una cadena formada de las hipocresías que tú y todos los demás pregonan en las iglesias todos los días
Es media tarde y ha sido una buena y feliz tarde de trabajo, hundiste tres compañías y dejaste a 40 personas sin empleo en el recorte de personal, riéndote desde la ventana de sus caras al verlos salir cabizbajos por la puerta, sin pensar en los niños que no cenaran esta noche, ejemplo perfecto de los misántropos de la religión del amor, o filántropos de la religión de “amo a quien me conviene” ya empieza a atardecer y estas tenso por tanta misantropía, y ahí esta la bella mujer de tu compañero de trabajo, sola e igual de tensa, como siempre la querías, el sol se oculta e irás un rato con ella olvidándote de tu esposa, y del mandamiento de “no desearas a la mujer de tu prójimo”… son las 10:00 p.m. en un cuarto ajeno con una mujer ajena, te has entregado a tu piel y has derrochado toda la malicia y la perversión que tenías dentro, te levantas satisfecho por lo que ha sido un día genial y vas camino a tu hogar, llegas y dices que tuviste mucho trabajo, cuando mucho tuviste después del trabajo, no mentirás es una de las reglas de oro, pero a veces no es posible cumplirlo todo, vas a la cama y no hay mucho deseo de compartir miradas con tus hijos o tu esposa, tienes mas pecados que consultar con la almohada en sueños, te tomas la molestia de hacer una oración por las buenas noches, y agradeces por un buen día, por un día en el que profanaste todas las palabras de a quién le rezas, como un vil hipócrita
Viernes primero, 6:00, maldita sea es obligación ir a misa, santificarás las fiestas pero con un dejo de desdén porque podrías estar haciendo algo más, algo en lo que realmente crees, el pecado, otra vez te arrodillas y pides perdón y das gracias, no sabes a quién pero tu mismo te das la respuesta, la hipocresía de tus creencias es tu escucha, tu afición a romper sus reglas es el fervor de tu oración, el vacío de la fe se ha vuelto cada vez mas popular y grande, mas de la mitad de las personas en la sinagoga están igual que tú, su verdadero dios es el placer, su religión es poder, todos diciendo “perdóname padre pues he pecado, absuélveme y ponme de nuevo en el camino” y saliendo del confesionario voltean a cristo que se pudre en la cruz diciendo “gracias dios por el pecado”
Dedicado a todos esos hipócritas que tachan a los que no siguen su hipócrita religión de herejes, hijos de satán y demas cosas cuando ellos solo cargan con su dichosa fé los domingos y durante misa, y cuando crtican a los que no la cargan por completo, al menos nosotros somos honestos con nosotros mismos... malditos mentirosos hipócritas... en fin, la canción de hoy, una de mis favoritas The Heretic Anthem de Slipknot, y un video, Disciple de Slayer... Enjoy
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