La Supremacía de la Tristeza

Lluvia de atardeceres grises, paredes derritiéndose en gotas de hastío, un sol moribundo alumbrando en púrpura cada frase de desilusión plasmada en este trozo de hoja, hoja de papel como mi reflejo, muñeco hecho de fragilidad, de negación, hecho para romperse… viento, eviscerado por los susurros que lo sofocan, polvo ahogado en desilusiones, emociones desperdiciadas en una sola frase, las misma cada segundo y cada instante, todas con el matiz de la negación y de saber que será reemplazado por otro “nunca jamás”…

Ansias vitales necesitando vivir, destruyendo cada milímetro de vida mía, despojo y destierro, tan cerca de mi casa, tan lejos de mi hogar, latidos desesperados, hambrientos, hoyos negros despertando bestias devoradores de luz dentro de mi pecho, vaciándome, llenándome de nada, de oscuridad, de sueños rotos… como un grano de ceniza en medio de arena, brillante y ardiente por buscar un final o un principio menos miserable, para dejar de preguntar a gritos al viento si ese era el lugar correcto… como una lágrima en el fondo de un río, salando el agua a su alrededor, decayendo en culpabilidad, deshaciéndose en su propia tristeza que no lo dejara escapar de sí mismo, siendo si mismo en estos momentos lo único que le queda…

Desesperación, un frenesí de búsquedas sin final, una caída infinita donde azotas a cada segundo contra el suelo, sangre vertiéndose en las copas de la bondad, desilusionando la boca que ha de probarlas, inspiración pintada de negro llorando letras que solo el alma podría concebir, deteriorando todas las defensas… un trozo de acero que parece morir de fragilidad, una trozo de desierto que intentó ser un mar, vapor buscando volver a la tierra sin nada que encontrar e el cielo mas que su propio final , y al mismo tiempo, buscando un fin para remplazar las ausencias, las noches de negro, los epitafios del pasado…

Pasos, destrucción en las manos de la propia mente, dolor, inducido por agujas de pasados fracasos sistemáticos, y en pasado decayendo deseando volver, miedo al futuro, impotencia ante el presente, solo hay cenizas, cenizas y sangre en un circulo de de lágrimas y gemidos, todo haciendo explosión, suprema tristeza, solo hace falta un paso, todo ya había sido sublimado en tinieblas, no hay nada que pensar, no quedan granos de sal en el mar, en el gusto por la infinidad dentro de la falsa esperanza, solo quedan los aires de la desesperanza y el último destello de luz al final del horizonte… un paso basta para arrojarse a la eternidad, ángeles cantan en un grito ahogado, un capítulo se cierra con una cuerda tensa, el llanto desaparece, la supremacía de la tristeza me deja partir, ya no hay mas dolor…