Sentimientos 2

Desilusión/Desprecio

No volveré a tomar una decisión jamás, no volveré a creerme grande, no volveré a desear, no volveré a dejarme vencer por mi mismo, no confiaré, no tendré nunca más fe, el dolor es simplemente desgarrador, inconcebible, desde lo mas profundo de mis pensamiento hasta lo mas desastroso y caótico de mis sentimientos, siento llamas negras de odio desenfrenando un enorme desprecio por lo que no pudo ser mío, por lo que acaricio el borde de mi corazón incitándolo a despertar, solo para empalarlo en una estaca de desilusión, nunca más volveré a desear, a intentar, a amar, a luchar, no rozaré el cielo solo para al final caer sin premio más que el dolor…

Derrotado, exiliado y desilusionado por lo que pude ser la más grande de las victorias en su momento, el dolor sube como helio hacia mi cabeza trasformándolo en desdén, en desesperación y deseos de consumir, de acabar, de no ver, de estar lejos, tan oscuro como el odio pero tan autodestructivo como la tristeza, producto de los sueños rotos y del miedo a romperlos de nuevo, tan desesperante como el miedo, tan indestructible como la frustración, con un toque de malos deseos, de sadismo y masoquismo, pero no lo suficientemente grande para destruir, solo para hacerme huir y esconderme, el dolor de mis deseos rotos me hacen despreciarlos, desprecio que se traduce en tristeza de no poder admitir la existencia de mis deseos…

Desilusión, producida por el desprecio a mis sonrisas por parte del destino, el placer es un medio para mostrarnos que no estamos destinados a ser felices que toda victoria acaba en desilusión, y todo deseo en desprecio…
Desprecio, por las lágrimas que he derramado, por el cadáver de mis ilusiones, miedo y odio en conjunto hacia lo que pudo ser y lo que en realidad es, el destino detonas las ilusiones, por desprecio desilusionadas, y en desilusión desprecio concebido…